Entender la factura de la luz y el sistema de tarifas de la energía eléctrica nunca ha sido una tarea fácil. Sin embargo, ahora el consumidor está bastante más familiarizado con la estructura de estas facturas y con las posibilidades de ahorro que están a su alcance. Este beneficio deriva de la gestión de algunas de las nuevas comercializadoras de energía establecidas en el mercado español, ya que son mucho más cercanas al cliente y a sus necesidades y requerimientos. En este artículo se analizarán las características de la tarifa indexada y de la tarifa fija, lo cual permitirá concluir cuál de ellas es la más conveniente.
Aspectos que definen a la tarifa fija
Tradicionalmente, el sistema para facturar la energía ha sido la tarifa fija, aunque el cambio viene siendo notorio desde hace algún tiempo atrás. Mediante este tipo de tarifa, el cliente paga un precio invariable mes a mes, que no tiene en cuenta las variaciones del mercado mayorista de electricidad.
El beneficio de contratar la energía ajustando los pagos mediante el sistema de tarifa fija es que se puede hacer una mejor previsión de gastos, es decir, se sabe de antemano lo que se va a pagar cada mes durante todo un año. Así se evita verse afectado por el costo de la energía en el mercado mayorista, que varía hora tras hora. No obstante, esta estabilidad suele ir acompañada de precios más altos que los de una tarifa indexada.
La tarifa indexada y sus diferencias con la tarifa fija
Mediante la tarifa indexada el consumidor paga la energía que consume al precio que tiene cada hora la energía eléctrica en el mercado mayorista. Las empresas comercializadoras avanzadas trasladan ese precio al consumidor y, a cambio de ello, perciben un margen operativo (o coste de gestión) independiente del consumo del cliente. Esto hace que la tarifa indexada sea mucho más transparente (el cliente sabe cuánto importe se queda la comercializadora) y justa (el cliente no pagará de más ni de menos por la energía).
Como beneficio adicional, la tarifa indexada permite adaptar el consumo a las horas más favorables, ya que el precio de la energía varía sensiblemente a lo largo del día. La fijación del precio es una responsabilidad del Operador del Mercado Ibérico de electricidad (OMIE), entidad que define e informa el costo del suministro eléctrico en cada momento y, por ende, el importe que el usuario habrá de pagar por el abastecimiento.
Las comercializadoras independientes como OVO Energy han sido pioneras en apostar por la tarifa indexada y, poco a poco, cada vez son más las comercializadoras que incluyen una tarifa de este tipo en su portfolio. También la aceptación entre los hogares en España ha ido en aumento.
A la hora de contratar una tarifa indexada, es importante confiar en una comercializadora fiable que realice las gestiones acertadas a la hora de comprar la electricidad e, inclusive, la obtenga esta de fuentes renovables y limpias, lo cual añade un plus en favor de la sostenibilidad del planeta.
Para comprender mejor, a grandes rasgos, las diferencias entre la tarifa fija y la tarifa de precios indexados, es posible diseñar el siguiente cuadro explicativo:
¿En qué consiste cada tarifa?
Tarifa fija | Tarifa indexada |
El precio que paga el consumidor es fijo e independiente del costo de la energía en el mercado. | El consumidor paga el precio de la energía que consume al precio que dicta el mercado mayorista. |
Esta tarifa suele incluir un margen de seguridad que se cobra al consumidor y un margen de explotación para que le salga rentable a la comercializadora | El usuario abona un margen reducido por concepto de gastos operativos y de gestión. |
No permite aumentar el ahorro adaptando el consumo al precio horario de la energía | Brinda la oportunidad de adaptar el consumo eléctrico para ahorrar en la factura. |
Actualidad del precio de la energía eléctrica
En marzo de 2020 los precios de la energía eléctrica en el mercado mayorista han registrado una caída significativa. De hecho, el precio medio se ha ubicado en 27,72 euros el MWh, un 42,85 % menos que en el mismo mes del año anterior. Además, el precio de marzo se ha reducido en un 22,56 % con respecto al costo de febrero, y destaca por ser el más bajo desde el mes de mayo de 2016, cuando costaba 25,77 euros el MWh.
Según datos vertidos por la OMIE, durante el primer trimestre de 2020 el precio fue de 35 euros el MWh, mientras que en el mismo período de 2019 fue de cerca de 55 euros. La bajada del precio responde a la caída del consumo, debido a la paralización de la economía. Este desplome de los precios de la energía eléctrica ha ofrecido la posibilidad de paliar el aumento del consumo en los hogares debido al confinamiento, aunque esta ventaja no ha resultado accesible a los clientes que han contratado el sistema de tarifa fija.
Detalles que conviene conocer
Cuando se aplica la tarifa fija, las comercializadoras tienen la posibilidad de trasladar las subidas de precio de la energía a sus clientes. Por el contrario, cuando los precios bajan las tarifas se suelen congelar, por lo cual no se traslada este beneficio al cliente. Además, por una razón de protección ante las inciertas variaciones del mercado, las empresas deben incluir una prima de riesgo en las tarifas fijas que, por supuesto, repercute en el consumidor final y aumenta su factura de energía eléctrica.
De todas formas, todo cliente puede cambiar de comercializadora para obtener un ahorro en sus facturas mensuales, y también cuenta con la posibilidad de cambiar de tarifa. En este caso, es fundamental considerar que, si ha contratado una tarifa fija, deberá esperar a cambiar en la fecha que finalice su contrato, ya que de lo contrario deberá pagar una penalización. Este compromiso de permanencia solo es ejecutable en el sistema de tarifa fija.
La comercializadora que ofrece una tarifa indexada lo que hace es asistir al consumidor final para que pueda comprar su energía en el mercado mayorista, donde los vendedores son las empresas productoras de dicha electricidad. Por todas las razones expuestas y al analizar las facturas de la luz a medio y largo plazo, se ha detectado que la tarifa indexada resulta más beneficiosa que la fija para el bolsillo de los consumidores.
Resumen de ventajas de cada tarifa
Indexada
- Más transparente: Sabes en todo momento los gastos de gestión que van para OVO Energy
- Suele ser más barata que la fija ya que la estabilidad suele acarrear un coste adicional
- Más justa: Ni el cliente paga de más ni de menos por la energía. Paga lo justo.
- El cliente puede aumentar su ahorro si adapta su consumo a los tramos con la energía más barata.
- Es la tendencia el mercado eléctrico. Cada vez más compañías apuestan por este modelo del que OVO Energy es pionero.
Fija
- Tranquilidad relativa (si el precio mayorista sube, las comercializadoras tradicionales ajustarán al precio al alza, mientras que si bajan, éstas tienden a no trasladar el beneficio al cliente final)