En octubre de 2018 el gobierno de España derogó, al fin, el conocido como «impuesto al sol«. Poco tiempo después, el 5 de abril de 2019, se aprobó en el Consejo de Ministros el Real Decreto 244/2019, que regula los aspectos administrativo, técnico y económico del autoconsumo de energía en el país. Mientras tuvo vigencia el «impuesto al sol» hubo trabas para emprender el camino hacia la obtención de energía sostenible por parte de los propios consumidores. Eso ya es agua pasada y, por eso, este es el momento de comenzar a transitar por la senda que conduce a la autosuficiencia energética procedente de una fuente inagotable, como es el sol.
Cómo aprovechar la energía solar para ahorrar en la factura de la luz
Es probable que los movimientos ecologistas hayan influido para que se produjera la apertura de España hacia la instalación de paneles solares por parte de particulares, empresas y organismos públicos. Puedes valorar la instalación de paneles solares en tu casa, teniendo en cuenta que requiere de una inversión relativamente asequible que será, con total seguridad, muy rentable. Gracias al avance de las tecnologías aplicadas a la fabricación y el desarrollo de los paneles solares, el precio de los mismos y su puesta en marcha se va poniendo, paulatinamente, al alcance de un número mayor de consumidores.
La instalación de los paneles solares resulta indispensable para poder captar la energía emitida por el sol y, luego, aprovecharla para el autoconsumo. Se trata de dispositivos tecnológicos que recogen la radiación solar, y que van conectados a un inversor, aparato destinado a convertir los rayos solares en una clase de energía que se pueda consumir, como es la electricidad. Los paneles solares pueden sacar provecho de la energía solar de dos maneras y, por eso, existen dos tipos de paneles diferentes:
- Paneles térmicos: aprovechan el calor emitido por la radiación solar.
- Paneles fotovoltaicos: están destinados al aprovechamiento de la luz del sol.
Los paneles térmicos están destinados a calentar agua a través de la energía térmica. Su tecnología es sencilla, sólo producen agua caliente sanitaria y ofrecen una vida útil de 10 años. Su eficiencia media es del 90 %, aunque ello depende del tipo de panel solar y la climatología. Por eso, los paneles solares más eficientes son los fotovoltaicos, capaces de proporcionar electricidad mediante un mecanismo más complejo que el de los paneles térmicos.
¿Qué tipo de instalaciones de paneles solares existen?
En virtud del Real Decreto de abril de 2019, actualmente en España sólo puedes optar entre dos tipos de instalaciones de paneles solares:
- Instalaciones de autoconsumo conectadas a la red eléctrica. Este tipo de instalaciones permite que el usuario permanezca conectado a la red eléctrica, al mismo tiempo que produce electricidad mediante su instalación fotovoltaica. Gracias a la conexión a la red eléctrica, el usuario puede utilizar dicha energía cuando sus placas no la producen. Dentro de esta modalidad se pueden distinguir dos alternativas:
- Instalaciones con vertido de excedentes a red eléctrica: en estos sistemas se vuelca el excedente de la energía eléctrica producida por los paneles solares a la red. Este sistema permite aplicar el balance neto, y es la de uso más extendido hoy en día.
- Instalaciones sin vertido de excedentes a la red eléctrica: quienes no desean volcar sus excedentes de energía a la red deben instalar un sistema que impida la inyección de energía en el sistema. No es la más recomendable si consideramos el nuevo Real Decreto.
- Instalaciones de autoconsumo aisladas. De optar por esta modalidad estarías totalmente desconectado de la red eléctrica, y consumirías únicamente la energía generada mediante tus paneles fotovoltaicos. Este tipo de instalaciones suelen ir complementadas por un conjunto de baterías, destinadas a almacenar los excedentes de energía.
¿Cómo instalar un sistema de placas solares en una casa?
La inversión de instalar un sistema de paneles solares, aunque últimamente se ha reducido, es igualmente considerable. Por eso, para actuar de manera ordenada al iniciarse en la aventura de la autosuficiencia energética, deberás seguir estos pasos:
- Solicitar un presupuesto a una empresa instaladora responsable. Para poder realizar este presupuesto, la compañía necesitará de los siguientes datos:
- Dimensiones de la vivienda y el tejado, inclusive el tipo de vivienda, su orientación y su inclinación.
- Consumo eléctrico y potencia contratada actuales, así como también el tipo de calefacción que se utiliza.
- Valorar el presupuesto y, si no eres el propietario de la vivienda, deberás obtener la autorización correspondiente.
- Si lo aceptas, habrás de coordinar la instalación de los paneles solares con la compañía instaladora, que se hará cargo de solicitar los permisos necesarios y te informará acerca de las subvenciones disponibles.
Nada más comiences a utilizar la energía recaudada por los paneles solares, tu factura de la luz va a empezar a reflejar un ahorro sustancial, gracias al autoconsumo energético. Asimismo, podrás observar cuánta energía se habrá producido, qué cantidad habrás consumido y cuánto se habrá vertido a la red o almacenado en baterías, además de conocer a cuánto habrá ascendido la correspondiente bonificación.
¿Cuánto puede costar una instalación de paneles solares?
En 2019, el precio medio de una instalación fotovoltaica puede girar en torno a los 300 € o 400 € por metro cuadrado, y su producción promedio de energía oscilaría entre los 10 y los 15 kWh mensuales por metro cuadrado. Estos números demuestran que, en comparación con el año 2010, los precios de estas instalaciones se han reducido hasta en un 80 %. A continuación, se muestran los componentes necesarios para realizar una instalación fotovoltaica y sus precios, a título orientativo:
- Paneles fotovoltaicos: entre 190 € y 250€ cada panel.
- Inversor solar: entre 1300 € y 1600 €.
- Estructura de soporte: Cuesta entre 80 € y 90 € cada 2 paneles.
- Contador bidireccional: entre 200 € y 250 €.
- Cuadro de protecciones para CC y CA: 350 €.
- Registro y legalización: 300 €.
- Mano de obra y materiales: 750 €.
Para valorar la conveniencia de realizar una instalación de paneles solares, es válido considerar un ejemplo. Actualmente, una instalación de placas fotovoltaicas adecuada para una vivienda con un consumo de 370 kWh al mes, con una potencia contratada de 5 kW, implica un coste aproximado de 9.500 €. Dicha instalación incluiría 17 módulos o placas solares de 320W de potencia, con unas dimensiones de 1 m x 1,5 m cada uno. Esta inversión permite producir electricidad suficiente para cubrir la demanda de todo un mes y, además, recibir una compensación en el total de la factura de la luz. Se calcula que la inversión se recupera en un tiempo de entre 7 y 10 años después de realizada.
En cuanto al ahorro para una vivienda unifamiliar tipo chalet, por ejemplo, con una media de consumo de unos 200 € por mes en horario discriminado, se observa que puede llegar a los 45.000 € durante toda la vida útil de la instalación del sistema de paneles solares. Este tipo de instalaciones suelen durar entre 25 y 30 años en pleno funcionamiento.
¿Qué puedes hacer para consumir energías limpias si no fuera posible instalar paneles solares en tu casa?
En este caso, para consumir energías limpias, además de ahorrar en tu factura de la luz, la solución puede estar en alguna de las siguientes alternativas:
- Instalar otro tipo de sistemas de aprovechamiento de fuentes de energía renovables, como la eólica o la hidráulica, aunque tienen un coste de instalación mayor. Y, si no quieres arriesgarte a tanto, ponte en contacto con nosotros para obtener más información sobre cómo podemos ayudarte. En OVO Energy garantizamos una fuente de energía 100% verde.
- Optar por usar alguna de las fuentes de energía como, por ejemplo, el gas propano, el gas natural y el butano.
De todas formas, si tienes la posibilidad de instalar un sistema fotovoltaico en tu casa, la mejor idea es que lo hagas, ya que te permitirá ahorrar en la factura de la luz, consumirás energía limpia y renovable y el sistema durará entre 25 y 30 años. Recuerda que usar energía limpia es una manera de favorecer la sostenibilidad del medio ambiente y de la Tierra, el único planeta del que disponemos para vivir.