La Navidad se ha vestido siempre de mil colores, principalmente verde, rojo y blanco, sin olvidar los dorados y plateados. Este colorido se acompaña con luces, banquetes opíparos e interminables, traslados en avión y regalos por doquier. Energía, papel, plásticos y alimentos derrochados a raudales forman parte del fin de fiesta tradicional.
Pero, ¿qué tal si aprovechamos este año en el que las fiestas van a ser algo diferentes, para tratar de cambiar? Porque nuestro planeta nos está llamando a la reflexión y exige que planifiquemos mejor a la hora de comprar y consumir. Celebrar una Navidad más verde es esencial.
Apuesta por el consumo responsable también en Navidad
Desde hace algún tiempo y principalmente en 2019, en el cual la Cumbre Mundial del Clima se clausuró en Madrid con la sentencia de que el punto de no retorno para dirigirnos al fin supervivencia en la Tierra tal y como la hemos conocido está más cerca de lo que imaginamos, hemos comenzado a cambiar algunos hábitos. Por eso, durante la época navideña no debemos hacer un paréntesis en este nuevo estilo de vida responsable para pasar a consumir de una manera desmedida. Si no aprendemos a controlar esta situación, en poco más de un mes se genera cada año una huella de carbono que se traduce en un auténtico desastre ambiental.
Todos nosotros, desde nuestro lugar en el mundo, tenemos que poner nuestro granito de arena para que en el futuro también sea posible celebrar la Navidad en un planeta hermoso, tal y como lo hemos recibido. Con algunos gestos muy simples podremos organizar y disfrutar de unas fiestas navideñas eco-amigables y más acordes con la realidad:
La decoración de Navidad
Tan tradicional como bonito, el árbol navideño es uno de los elementos decorativos más presentes en hogares, centros comerciales, tiendas y espacios laborales. Sin embargo, el hecho de decorar un ambiente no debe implicar agudizar la deforestación y, por eso, es crucial renunciar al abeto natural. Miles de árboles de esta clase son talados todos los años con el único fin de adornar diversos lugares durante poco más de un mes. Muy pocos de ellos son conservados y replantados, pues la mayoría muere debido a la calefacción, falta de riego y otros aspectos relacionados con el hecho de estar fuera de su hábitat natural. Por esto, algunos países están empezando una tendencia de alquiler de árboles para Navidad.
Si tienes un árbol en tu jardín, de cualquier especie, conviértelo en tu árbol de Navidad personal y diferente. Y si no, decora un árbol artificial y consérvalo bien después de la Navidad, tal y como solían hacer en la mayoría de los hogares en el pasado. Y los adornos del árbol, también. Envuelve cada objeto decorativo en papel de seda, tanto si están fabricados en materiales frágiles como si son peluches, y guárdalos en cajas, fuera del alcance de la humedad, durante el resto del año. La próxima Navidad estarán allí, podrás utilizarlos nuevamente para decorar aplicando tu creatividad y, así, evitarás gastos y daños para el planeta.
La iluminación
Este es un punto crítico en el cual es imprescindible tomar medidas urgentes. Las luces navideñas son tan tradicionales como el árbol, el Belén y el turrón. Hay que reconocer que se ven maravillosas y que, tal vez, nos resultaría difícil imaginar una Navidad sin ellas. El plan para disfrutar de una iluminación responsable y sostenible es olvidar las bombillas antiguas y pasarse a la iluminación LED, mucho más eficiente y duradera. Evita comenzar a encender la iluminación de tu hogar en fechas tempranas. Una antigua tradición señalaba que el árbol y las luces se debían colocar y encender el 8 de diciembre, y quitar después de que pasaran los Reyes Magos. Probablemente, hoy en día la mejor idea sería encenderlas en Nochebuena, como parte de la celebración. Asimismo, dejar las luces encendidas las 24 horas durante tantos días conlleva un gasto energético excesivo, que no se llega a disfrutar totalmente. Recuerda apagar las luces del árbol y las guirnaldas de luces que coloques en escaleras, puertas y/o ventanas antes de ir a dormir o cuando estés fuera de casa, y lograrás ahorrar energía sin dejar de sentir la alegría que inspiran las luces de Navidad.
Los regalos
Regalar en Navidad se ha convertido casi en un ritual a cumplir a rajatabla. Es verdad que tanto entregar regalos como recibirlos nos brinda momentos de felicidad, aunque es imprescindible evitar las compras por impulso, tanto en las tiendas físicas como online.
Hay ciertos aspectos que, sin dejar de regalar, permiten hacerlo de una manera más sostenible:
Evita utilizar bolsas de plástico para transportar o entregar tus regalos
Muchas tiendas ya utilizan bolsas de papel, lo cual tampoco resulta conveniente si luego no las reutilizamos o reciclamos debidamente. Apuesta por las bolsas de tela que, además de ser ecológicas gracias a que se pueden utilizar durante bastante tiempo, son bonitas y estimulan al cambio hacia una vida más sostenible.
Reutiliza papel para envolver tus regalos
O, emplea las bolsas de papel que tengas, decoradas por ti de distintas maneras con materiales recuperados. De esta forma, entregarás obsequios originales, que lleven adherido tu toque personal, causando un impacto mínimo en el medio ambiente.
Destina tiempo a elegir regalos más sostenibles
Imagina el volumen de residuos tóxicos que recibiría el planeta si continuáramos adquiriendo, por ejemplo, una gran cantidad de juguetes que funcionan a pilas. En este sentido, los juegos de mesa se incluyen entre los regalos que causan un menor impacto ambiental. También son eco-amigables los juguetes de madera o de cartón y, por si fuera poco, fomentan la creatividad infantil. Es vital enseñar a los niños el valor de la ecología, para que sepan apreciar realmente este tipo de regalos.
Inclínate por regalar productos de mercadillos o en tiendas de comercio justo
En estas tiendas hay cosméticos, bebidas, textiles de algodón orgánico y muchos alimentos ecológicos presentados de maneras muy atractivas. Estos productos, evidentemente, se van a consumir, no quedarán olvidados en algún cajón ni irán rápidamente a engrosar los desechos que contaminan el planeta.
Comidas y cenas
En el aspecto gastronómico de las celebraciones navideñas tenemos mucho por corregir. En primer lugar, evita comprar alimentos en exceso, ya que es habitual que se desperdicie gran cantidad de ellos, y sobre todo en estas Navidades, donde ya sabemos que no se recomendarán las grandes reuniones.
Además, reutilizar las sobras para preparar sopas y otros platos que puedas consumir los días siguientes, o proceder a conservarlas adecuadamente en el congelador, será el truco infalible para sacarte de un apuro cuando no tengas tiempo o no quieras cocinar. Con respecto al origen de los alimentos, recuerda que las carnes rojas son las menos ecológicas, y que deberías hacer un hueco mayor en tu mesa a los platos preparados con ingredientes de origen vegetal. A la hora de comprar los alimentos, hazlo a granel y no en inútiles y contaminantes envases de plástico. En este sentido, también toma conciencia de la cantidad de desechos plásticos que generan la cubertería y la vajilla de un solo uso. Vuelve a la antigua costumbre de lucir la vajilla y los cubiertos para las ocasiones especiales. Tu mesa ganará en calidad y estarás beneficiando al medio ambiente. Asimismo, invierte en un contenedor específico para reciclar los residuos orgánicos, y podrás obtener un abono estupendo para tu jardín o huerta ecológica.
Los viajes
Aunque en este año la media de traslados se verá ampliamente reducida, por lo general en estas fechas los vuelos en avión siempre se han multiplicado. Sabemos que en ocasiones es inevitable, pero ten en cuenta el siguiente ejemplo. Según estima el Instituto Alemán para la Energía, un viajero que se desplaza de Madrid a Barcelona en avión para pasar las fiestas navideñas con su familia dejará una huella de 93 kilos de CO2, 8 kilos de partículas en suspensión y 338 kilos de óxidos de nitrógeno. Sin embargo, si se traslada en tren su huella se reducirá a 8 kilos de CO2, 3 gramos de partículas y 25 gramos de óxidos de nitrógeno. Finalmente, si viaja en coche producirá 68 kilos de CO2, 23 gramos de material particulado y 340 gramos de óxidos de nitrógeno. Considerando estos datos, podrás valorar la idea de planificar mejor tus traslados y elegir el medio más adecuado, reduciendo al máximo el impacto ambiental de tus viajes durante la época navideña.
Así que, recuerda: celebra una Navidad más verde en base al ahorro de energía, el consumo responsable, la reutilización y el reciclaje. En tu vida cotidiana apuesta por las energías verdes y no las despilfarres en unos pocos días, pues el planeta en el cual vivimos nos tiene que durar por mucho tiempo más y, tal y como hemos venido consumiendo, no resistirá. Modera las compras y disfrutarás más de cada momento y cada regalo. Al mismo tiempo, estarás educando a tus hijos con el ejemplo, guiándolos para volver a un estilo de vida más verde y responsable.