Reducir el consumo de energía es esencial para mitigar la huella de carbono y habitar en un planeta más saludable, limpio y sostenible. Para disminuir el gasto de energía con eficacia y obtener un buen ahorro es imprescindible cuidar todos los detalles del consumo en el día a día y, también, adoptar una serie de medidas, algunas de las cuales son muy fáciles y aportan beneficios rápidamente apreciables, y otras algo más complejas, aunque también oportunas.
Medidas sencillas que suponen un ahorro energético inmediato
- Apagar siempre todas las luces que no se estén utilizando en la casa.
- Evitar el consumo fantasma de los aparatos en stand by, instalando regletas de varias tomas con interruptor, que permiten apagar completamente varios aparatos a la vez.
- Pasarse al uso de bombillas LED en el sistema de iluminación.
- Instalar un termostato programable y configurarlo para que apague o reduzca automáticamente la climatización durante las horas de sueño o al estar fuera de casa.
- Limitar el uso de la plancha tendiendo a elegir prendas que no se arruguen, alternativa que, además, ahorrará tiempo y, probablemente, gasto en iluminación.
- Aprovechar al máximo los recursos naturales, es decir, la luz natural, el calor del sol en invierno, para reducir el tiempo de encendido de la calefacción, y las horas de temperaturas más frescas durante el verano para ventilar y, así, limitar el uso del aire acondicionado.
- Una importante medida para ahorrar dinero en energía es cambiarse cuanto antes a la tarifa 2.0 DHA, que muestra discriminación horaria en dos períodos, Punta y Valle. Dentro de poco tiempo, esta tarifa dejará de estar vigente, para entrar en juego la tarifa 2.0 TD, que permitirá tener dos potencias contratadas diferentes, y se desglosará en tres períodos:
- Punta – horario con precios más caros.
- Llano – período con precios de rango medio.
- Valle – horas con energía a los precios más bajos.
- Contratada la tarifa con discriminación horaria, es fundamental concentrar el uso de electrónicos y electrodomésticos en el horario que ofrece la energía a los precios más bajos. El horario “Valle” de la próxima tarifa 2.0 TD se verificará de 0:00 a 8:00 horas. Poner lavadoras, secadoras y lavavajillas, además de recargar aparatos y vehículos, como patinetes, scooters y coches en dicho período hará posible abaratar la factura de la luz.
Acciones que ofrecen resultados a mediano y largo plazo
Existen otras medidas que requieren de planificación e inversión. Para optimizar el esfuerzo que pueden representar, es importante evaluar el estado del inmueble y valorar los beneficios que aportarían. El punto de partida es obtener el certificado energético, que calcula el consumo de energía demandado por el edificio en condiciones normales de funcionamiento y ocupación.
Este certificado lo emitirá un arquitecto, ingeniero, arquitecto técnico o ingeniero técnico tras realizar una revisión del inmueble. Clasifica las viviendas en una escala que va de la letra G, que representa la eficiencia energética más baja, a la letra A, que obtienen los inmuebles más eficientes en cuanto al uso de la energía y las emisiones de CO2. En función del resultado, puede ser conveniente:
- Realizar un aislamiento térmico de la vivienda.
- Cambiar las ventanas de un solo cristal (eficiencia energética G) por ventanas de doble cristal (clase energética A).
- Instalar paneles solares en tejados y/o fachadas.
- Sustituir la vieja caldera de la calefacción por una caldera de condensación de alto rendimiento.
- Sustituir los antiguos electrodomésticos por nuevos aparatos con eficiencia energética A+++.
En cualquier caso, el ahorro que suponen todas las medidas anteriormente detalladas va a ir de la mano con llevar un estilo de vida sostenible, principalmente si se opta por consumir energías verdes. Sus beneficios a largo plazo los disfrutarán también las futuras generaciones.